jueves, 30 de octubre de 2008

¡Prevención y tratamiento!

Al igual que en el caso de muchas otras enfermedades, la prevención es fundamental. Prevenir las enfermedades de transmisión sexual es mucho más fácil que tratarlas. La única forma de prevenir totalmente las enfermedades de transmisión sexual es abstenerse de toda clase de contacto sexual. Si una persona ha decidido tener relaciones sexuales, la mejor manera de reducir la probabilidad de contraer una enfermedad de transmisión sexual es utilizar preservativo.

Quienes estén pensando en mantener relaciones sexuales deben someterse a exámenes ginecológicos o urológicos. Esto es por dos motivos. En primer lugar, estos exámenes ofrecen a los médicos la oportunidad de educar sobre las enfermedades de transmisión sexual y la protección personal. En segundo lugar, los exámenes periódicos brindan a los médicos más oportunidades de detectar las enfermedades de transmisión sexual mientras se encuentran en los primeros estadios, más fáciles de tratar.

No dejes que la vergüenza de pensar que tienes una enfermedad de transmisión sexual te impida buscar atención médica. La demora en consultar al médico puede permitir que la enfermedad avance y provoque más daños. Si piensas que es posible que tengas una enfermedad de transmisión sexual o si has tenido una pareja que podría tener una, debes visitar al médico inmediatamente.

Si no tienes un médico o prefieres no consultar al médico de la familia, quizás puedas encontrar una clínica local en la que puedas realizarte un examen confidencialmente. Algunas organizaciones nacionales y locales operan líneas telefónicas de ayuda sobre las enfermedades de transmisión sexual en las que atienden especialistas que pueden responder a tus preguntas y derivarte a especialistas. Las llamadas a estas líneas telefónicas de asistencia son confidenciales. Una de las líneas de asistencia a la que puedes solicitar información telefónicamente es la Línea Nacional de Asistencia para las enfermedades de transmisión sexual (National STD Hotline), al número 1-800-227-8922.

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